La principal discusión en el mundo del arte ronda en la concepción propia de lo que es arte y lo que no lo es.
El internet ha sido una gran revolución, pero no la última que el mundo ha tenido. En los noventa el concepto de inteligencia artificial estaba demasiado prematuro para ser considerado una tendencia. Ahora estamos en el punto donde ha llegado a las masas. El texto, las imágenes y toda obra audiovisual puede ser generado con un input correcto, pero esto no quiere decir que los resultados sean los óptimos, pero sin duda estamos en un punto interesante.
El debate sobre si el arte generado por inteligencia artificial (IA) puede considerarse realmente arte es complejo y multifacético.
La IA puede generar contenido visual y auditivo que posee cierto nivel de originalidad y creatividad. Algunos algoritmos son capaces de producir obras que son estéticamente agradables y pueden evocar emociones en los espectadores. Sin embargo, la pregunta de si esta creatividad es genuina, ya que proviene de un programa informático, sigue siendo objeto de debate.
¿ Las IAS están creando obras con sensibilidad humana?
Pueden evocar respuestas emocionales similares a las creadas por humanos. Algunos algoritmos están diseñados para imitar patrones estilísticos y técnicas utilizadas por artistas humanos, lo que puede resultar en obras que parecen tener sensibilidad humana.
¿Qué problemas se crean para los artistas ahora con la IA?
La cuestión de quién es el propietario de las obras generadas por IA es compleja. Los artistas pueden enfrentarse a desafíos legales relacionados con la propiedad intelectual y los derechos de autor cuando sus obras son recreadas o al teradas por algoritmos de IA sin su consentimiento.
